sábado, mayo 28, 2005

XI

En estas hojas de sol
me embarro en signos... nada dicen
me entrego tan simple, desvarío
como humo de cigarro te rodeo
acaricio, me respiras y no existo.

En estas hojas de sol
desaparezco... tu callas
nada de nuestro sueño queda
sobre esta cama en que despertamos...
día tras día.

Servilletas II
Aroón Rivera

viernes, mayo 27, 2005

VIII

Impredecible vuelo de palabras hecho
sin respiro un silencio ahoga
como grito amarrado a la garganta
el susurro de una nube suelta

Suelto estas manos al aire,
desde mis brazos corto y las regalo al aire,
es voluntad del viento llevarlas a su rostro,
acariciarle, amarle desde el tacto...
y voluntad de la tierra estarme quieto.

Desáteme, por favor desate mis arterias
de este nudo y maraña de fantasmas
de esta madeja insufrible de sombras y ausencias,
silencios... abandonos.

Impredecible muerte, de sueños... sueño.

Usted
Aroón Rivera

X

Si vos te quedás
las alas mueren
las palabras se duermen sobre la lengua
el corazón se calma,

volá...
llevame...


Servilletas II
Aroón Rivera

IX

Efímera, tonta, desvalida ausencia
triste, desahuciada,
ausencia impotente, insalubre,
puta ausencia,
ausencia sin sombra, sin motivo
ausencia sin cariño, desolada
desprotegida, inconsolable
lastimera ausencia...

ausencia flaca, desnutrida,
me das pena...
adiós ausencia.

Servilletas II
Aroón Rivera

viernes, mayo 20, 2005

VII

Enamorado estoy, de usted
hoy, este instante en que no viene,
este irrepetible segundo...
soldado del ejercito del tiempo
que he de matar amándole
y seguiré matando uno a uno
segundos, centímetros, silencios...

hasta que mi voz, sin tocar el aire
llegue a su oido
y la piel de nosotros, toda,
olvide fronteras...

Usted
Aroón Rivera

jueves, mayo 19, 2005

VI

El viento hace música con los árboles,
la mariposa baila,
entre las flores distintas, néctar bebe,
se deleita y canta,
es el viento, intatuable que le habla,
le susurra en el vuelo
cien canciones...
todas hablan de sombras, olvido y abandono...

menos ésta,
que es canción, palabra y es promesa...

El viento no se va,
el viento no se va,
sólo respire.

Usted
Aroón Rivera

miércoles, abril 20, 2005

V

Raíz de corazón

En la sombra, al paso
raíz echa
del respiro insufrible
que de vivo, ahoga
al incipiente grito,
en la noche nace...
es su nombre.

En eco tras eco cae
se desploma
de solo, enmudecido, abandonado
de seco, de silencio, de nunca escuchado.

De usted mi memoria
irrepetible...
incontable corazón
y voz y pecho
y vos, nosotros y futuro.

Incierto el sueño
cama de espirales
duermen demonios
duermen ángeles
nos acompañan
a este estarse muriendo
todo el tiempo
a este morir interminable...
que es amarle.

Usted
Aroón Rivera

jueves, abril 14, 2005

IV

No estaba en las tardes de coloridos ocasos
ni en los amaneceres de nubes de fuego
ni en las lloviznas tenues
que despiden olor a tierra mojada

no estaba en los sueños paridisíacos
ni en los lepidópteros de colores
ni en los rayos de sol
que se filtran por mis ventanas
ni en la constelación de orión ni en la luna

no estaba en la hojarasca de otoño
ni en el tembloroso invierno
ni en la mar ni el arena
ni en mis letras muertas

no estaba, Mariposa, en mis paredes
ni en mi cuarto en ruinas
ni en mis memorias gastadas
o en mis vuelos nocturnos... no estaba...

Mariposa, volando, a todas partes...
en ninguna estaba...
en mi piel, el viento, está
aleteando hacia sí misma...
buscando su propia piel.

Aroón Rivera

miércoles, abril 13, 2005

Del olvido...


V
Paréceme lejano,
abstruso cuervo este sueño.
Esta piel endeble es la memoria
y el amor, ese pequeño redentor del infierno.

Calla, por favor calla esta voz interna...
Llega la noche y quiero volar,
volar cada vez más alto.



VI

Cada vez más cerca
de ser sólo un recuerdo...
Solo un sueño que se esfuma
conforme avanza el día...
Una sensación de nostalgia
por algo que no existe...



VII
Usted, me ha mezclado a sus sombras,
sus fantasmas me llaman por la noche...
Me susurran cosas
referentes al olvido.




Servilletas II
Aroón Rivera

viernes, abril 08, 2005

III

Estaba buscando su reflejo, se había escapado por una ventana pensando que era un espejo. Ella buscaba bajo las cobijas, bajo la cama, buscó en el baúl de los recuerdos y de los adioses. Su reflejo había salido a respirar pero ella no sabía, ella se distrajo y siguió buscando dentro de casa. Su reflejo volaba mientras. Lejos. Más lejos. Se metió en una nube y llovió en mil fragmentos. Ella cerró sus puertas y ventanas, porque la lluvia siempre le provoca resfriado.

Distancia...

Estamos a un silencio de distancia
poca cosa
pero mi corazón, mi voz, no la alcanza...
indivisibles fuimos... un instante,
hoy solo escucho el recuerdo...


Qué miedo se he filtrado en sus sueños?

miércoles, marzo 09, 2005

Café con Mariposa (Segunda parte)


I
No quería pensar en vos
pero lo hago
su piel, de lejos, en el viento
viene a mi tacto
su beso en mi frente
me sorprende gritando,
en silencio gritando
y viene a mis pulmones y mis ojos
en el humo del cigarro
viene también en el murmullo de la gente
es su aleteo lo que suena
en las palabras de otros,
viene en la fiesta de colores
que se encuentran mis ojos
y en el aroma del café
que me estoy tomando.

No quería pensar en vos,
pero vos se encuentra dentro de mi,
en todos lados.




II
Me descubrí, de entre sombras, silente
volando al mar, callado, mudo, volando,
siempre hacia arriba, siempre de frente
siempre como un músculo suave flotando.

Y ahí la vi, su mano tierna que abrazó mi vuelo,
su piel delgada y blanca que de cera espejo,
mi tierra entonces se volvió de espuma,
mi pensamiento, entonces, se sumergió en el sueño.

Ella flotaba, en mis manos flotaba
en el viento que soy, en el respiro,
en el aire que mis pulmones sueltan
para prestarle al mundo,
ella flotaba, como mi corazón, flotaba.

Me descubrí quimera y me descubrí profeta
todo lo que hoy, también lo fui dormido,
ella sabía morir entonces, al bajar la marea,
y ella sabía volar, sobrevolar los días
y sabía también aterrizar entre mis sábanas.

Un día se arrancó las alas,
creyó morir, pero está viva,
creyó ser sombra con sus sombras y mías,
solo estaba sobre una nube gris... dormida.

Me descubrí sin alas, a su lado,
me descubrí desnudo y con las manos quietas
duermiendo, pues, sobre la misma nube
no había palabras ya, entre nosotros,
no había caricia...

En nuestras manos, unidas, desnudas,
dormía un corazón de ambos.

Nos descubrí lloviendo,
hacia la tierra y la semilla
llovendo sin espanto,
después de todo, seguimos juntos...
volando.



III
Mis alas, sin permiso
me llevaron a usted.




IV

A estarnos juntos y matarnos
no hacemos otra cosa
sino matarnos
vernos morir, morirnos juntos
y matarnos
no hemos bienmuerto aún
cuando ya estamos
naciendo nuevamente
para buscarnos,
estarnos juntos...
y matarnos.


Servilletas II
Aroón Rivera

martes, marzo 08, 2005

SIENTO TU TERNURA

Era esto el abandono, y lo sabías,
era la guerra oscura del corazón y todos,
era la queja rota de angustias conmovidas,
y la ebriedad, y el deseo, y el dejarse ir,
y era eso mi vida,
era eso que el agua de tus ojos llevaba,
era eso que en el hueco de tus manos cabía.

Ah, mariposa mía y arrullo de paloma,
ah vaso, ah estero, ah compañera mía!
Te llegó mi reclamo, dímelo, te llegaba,
en las abiertas noches de estrellas frías
ahora, en el otoño, en el baile amarillo
de los vientos hambrientos y las hojas caídas!


Siento tu ternura
(fragmento)
Pablo Neruda

martes, febrero 22, 2005

Despiertos

Cuántas veces se ha secado mi piel
al filo en la penumbra?
Cuántas, el eco ha resonado
para morirse lejos?
Cuántas, el sueño me ha besado
en la compasión, y cuántas en el amor intacto?

El día despunta en mis párpados tranquilos
y en ellos cae la noche tan desesperada como pregunta
y un aleteo fugaz, iridiscente,
me lleva, me rescata...
me alza en vuelo, tan alto
donde no hay palabras.

Nos cae encima el alba
las alas se repliegan hasta hundirse
de nuevo en las costillas
y vuelvo a preguntarme, entonces...
¿Cuántas veces permitiremos
que el miedo nos impida volar más alto,
lo suficiente... para volar despiertos?.

Aroón Rivera

miércoles, febrero 16, 2005

VUELO DE MARIPOSA

A veces los espejos me dicen tu rostro,
los sueños te develan con premura,
una catarsis nos despierta entrambos
cual mariposas confundidas,
así amanece en nuestra legión absurda
donde el “querer estar” no significa,
ni responde, ni santifica.

La confusión recorre uno a uno
los segundos de mi vida,
el conocimiento todo se resume
a veces en tu nombre
y otras veces en mentira,

No sé si me place o duele verte,
cuando el tiempo nos ha hecho tanta burla
y cuando el universo nos ha besado juntos.

No importa cuan acabado estoy,
y cansado de los mismos fracasos y dolores,
de los errores estigmáticos al alma
y los huesos rotos del espíritu,
en verdad no importa cuánto tiempo
he de dedicar a tu sombra
ni cuán inmerso me encuentre
rezando tu nombre.

Ha sido mi forma de amar,
siempre así, mientras el agua en el río fluye
y mientras el tiempo hace polvo de nosotros,
alguna vez terminaré de tejer mi capullo,
y cuando sea libre, tanto que vuele,
quizá seas tú por quien vuelva.

1998-1999
Aroón Rivera

II

Más con los brazos que con las alas
más con las manos que con los ojos
más con los labios que el oido
más en el respiro que en el suspiro
más en los nervios que en el sueño
le extraño...

Le extrañan más mis sábanas que la almohada,
más la vida que la idea
le extraña mi corazón, los poros,
le extrañan mis piernas, mis rodillas,
le extraña mi hombro y mi mejilla
le extraña mi nariz, mi piel, mi espalda...

Le extraña mi vida, y qué extraño
que usted esté y no esté... a mi lado.

domingo, febrero 13, 2005

I

Ella solía andar despacio, a veces parecía cansancio pero no era sino tranquilidad, detenimiento... paraba a contemplar cosas, a verlas de cerca... Se detenía también a soñar. Le encantaba soñar, sobre todo si soñaba con volar.

Una noche, su corazón sufrió una metamorfosis. No eran los golpes o los tropiezos, no eran las trampas o las trincheras. Al día siguiente ella tenía alas... Su corazón también las tenía.

Algo le impulsaba a volar, pero al comenzar a hacerlo, retenía un poco el aire, el nervio. Siempre terminaba regresando tras el tercer aleteo, ella creía sentirse segura sobre tierra. Trataba de seguir contemplando las cosas de cerca, pero en realidad su atención parecía haberse fugado, las cosas parecían borrosas.

Pasó el tiempo. Una noche, volvió a soñar que volaba... despertó y seguía volando...

El 15 de Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Poema 15
Pablo Neruda

viernes, diciembre 10, 2004

Servilleta... s/n

Usted es tan real,
tan precisa,
Mariposa, boreal
en sus alas lleva mi vida...

Servilleta s/n
Hojas sueltas
Aroón Rivera

miércoles, noviembre 24, 2004

I

No entiendo simplemente,
no apareces, no vienes,
¿A dónde tengo que ir?
ha transcurrido tanto
que ya no sé dónde buscar
dónde esperar o dónde
pararme simplemente
para comenzar a olvidar
que te estuve buscando

No tiene sentido, no tiene,
porque te busco, te busqué
sin saberte,
y ahora creo que te sé
sin buscarte
te sé... ausente.

II

Deliberadamente niego toda casualidad
estás entrando este momento
a mis salones del ensueño
deliberadamente esta noche voy a soñarte,
voy a tomar prestada tu imagen
y le diré todas las cosas
que este momento
no me permita decirte
y haré con ella todas las cosas
que tú, ahora, no me permitas.

Deliberadamente estás aquí
como siempre lo estás en algún lado
y tu, ahora, y yo
no podemos ser objeto
de un mal llamado destino.

Estoy aquí porque te necesito
aunque no lo sepa
y aunque quizá mañana
eso sea distinto,
estás aquí porque
no podía ser de otra manera
hoy te necesito
y tu no podías estar
en ninguna otra parte.

III

Irremediablemente,
nos asomamos al día, lo vislumbramos,
nos dejamos sorprender un poco,
decidimos levantarnos en breve
y emprender, comenzar de nuevo.

Sabemos a veces,
lo omitimos, queremos ignorarlo,
nos dejamos llevar con esperanza
hacia el sin fin del día
queremos creer y aún sin hacerlo
dejamos que nuestros pies nos lleven.

Hoy ha de ser, bueno, tal vez,
nos repetimos una y otra vez
así incansablemente... casi,
casi incansablemente.

Lo sabemos a veces,
casi siempre
y lo omitimos, queremos ignorarlo,
pero en el fondo
sabemos también
que irremediablemente
anochece.

IV

Si mis palabras no se dirigieran a ti
si mis palabras no se detuvieran en ti,
quizá, llegarían muy lejos, muy lejos,
muy lejos.

V

Nos vamos convirtiendo
en fantasmas de otros
vamos perdiendo poco a poco
la poca carne que llevamos

nos vamos haciendo transparentes
casi invisibles
aunque todo mundo sepa
que ahí estamos
cortándonos la piel del alma
con los dientes
quemando nuestros cuerpos
con los ojos.

¿Qué será mañana de nosotros?
¿Un vil fantasma que se cuela
a hurtadillas por los pasillos
de la memoria?
o simple y sencillamente
seremos otros.

VI

Luz circundante,
indecisa, circunspecta, ilimitada
ilumina, nace, hace crecer
irradia, florece, quema...
ciega.

VII

A Cyn
y un tatuaje desconocido.


¡Que se haga la luz!
Y vos naciste

¡Que la tierra gire!
Y vos bailaste

¡Qué hermoso es ser Dios!

¡Que exista el hombre!
¡El ser humano!
Y vos te arriesgaste

¡Que se acabe el sufrimiento!
Y vos llegaste

¡Que no haya más pecado!
Pero vos pecaste
y vos y yo pecamos

¡Qué bueno es ser Dios!
porque Dios perdona
todos los pecados.

VIII

Me ha de llevar la noche
muy lejos, eso lo sé
me ha de llevar sin pena
me ha de llevar diciéndome
que es buena
que no tendré razón
para ningún reproche

me ha de llevar la noche
muy lejos, y no sé
si será paz o guerra
me ha de llevar un día... la noche
¡por lo pronto tú llévame!

IX

De pronto ya no sé
cómo pagar el tiempo
en que te vivo
el brazo que me regresa
al mundo
y el beso tuyo
que me llena de rabia nueva
y entusiasmo...
quiero, otra vez, comerme el mundo.

X

Hoy te vuelves exacta
precisa, no hay mentira ya
sobre mentira

volteo al mundo
y ya casi no se escuchan los ecos
mis palabras se te entregan
completas, poco mudas
silenciosas

no hacen falta palabras para la comunión que hacemos
me hace falta si acaso
solo un instante
este instante que se torna
perpetuo en tus labios.

XI

VACÍA

Cuán estúpida es mi alma
a veces, cuando cree que tiene la verdad

hoy por ejemplo, sabe que está en la sombra
¡Qué oscura! Y se queda ahí porque está vacía,

¡Qué estúpida alma tengo!
Y qué vacía hoy, por ejemplo,
que cree que puede llenarse
con un par de enormes senos.

XII

VIDA JUGUETONA

Sé que la vida viene a veces
un poco mentirosa,
un poco con pasiones erosionadas
y otro tanto con verdades calladas,

la vida es poderosa, lo sabe,
en cualquier momento
puede hacernos cenizas
y al siguiente colocarnos en una cima.

A veces, la vida, nos hace bromas
le gusta juguetear,
vernos aplastados o con corona
y cuando más irónico
con una corona que nos aplasta.

Sé que la vida es a veces mentirosa
pero...
¿cómo podemos saber cuándo?

XIII

TODA RENOVACIÓN

Toda renovación debe traer algo bueno
por lo menos así se comporta la naturaleza
a veces sucede que nos llenamos de temor
y tratamos a toda costa de ponernos a salvo

toda renovación debe ser crecimiento
y todo crecimiento una constante renovación

hay quienes, por ende, les gusta tener
el alma enana
y quienes la tienen jorobada

¡Es antinatural estarse a salvo!

XIV

La vida es simple y sencillamente la vida,
no se trata de la vida laboral
ni de la vida conyugal, mi vida,
vida de perro,
ni de la puta vida
sino de la vida, se trata,
de vivirla.

XV

¿Quién eres tu que vienes
a despertarme de un letargo?

¿Quién? Que sin palabras me dices
todas esas cosas que no pueden decirse
¡Que no deben decirse!

No sé quién eres, y aunque el mundo
quizá lo sepa
juntos, es decir, el mundo y yo
nos quedamos parados escuchando
las palabras... que no dices.

XVI

¿Qué fuego es el motor de mi vida?
¿Qué lo alimenta? ¿Qué lo mantiene ardiendo?
¿Qué motivo me tiene aquí?
¿Qué razón me da mi razón...
y cuál entonces mi sinrazón?

XVII

DE NADA SIRVE

De nada sirve
estarnos aquí… puestos a salvo
tratando de ignorar la soledad
que llevamos en el fondo

de nada sirve, meter el alma
bajo la coraza
y ponerse a salvo
hasta de las buenas pasiones
puestos a salvo de todo
de la vida (incluso)
del amor, del dolor… de nosotros

de nada sirve, ponerse a salvo
máxime, cuando sabemos
que el tiempo no cesa su camino

de nada sirve
este mutuo estarse quietos…
¡Basta! Que la vida nos espera
con hermosas trampas.

XVIII

EL SABOR DE LA VIDA

La vida se me ha vuelto
una madeja de sinrazones
una maraña rara hecha con recuerdos y dudas
tejida con tropiezos y brincos y aventuras,
que sabe a sal, la vida, sabe,
a llanto, a travesura, a muerte sabe

el tiempo se ha vuelto enemigo
de la memoria y a la vez
hermano de sangre
de la puta soledad hija de sombras
esa maldita sensación de estar vacío
esa extraña certeza de estar muerto

la vida se me ha vuelto
una pasión marchita
un estarse quieto esperando quiensabe qué cosas
que nunca llegan, ni se anuncian,
que sabe a muerte, la vida, a muerte sabe,
a ti, a mi… a olvido sabe.

XIX

EN MI DESIERTO

Eres esa pequeña redención del mundo
mi mundo, por supuesto,
y ese canto olvidado por mi lengua
una puerta milenaria en el desierto
quiero tocarte, abrirte, traspasarte,
quiero llegar a tu lado desconocido,
tu lado húmedo, tu lado vivo
tu lado que sabe morir
como las noches al llegar el día
invítame a pasar
a vivir ¡invítame!
Que me está secando
este desierto
de azares y escondrijos.

XX

Desde que te toco
con la mano de mi ausencia
devuelves poderosa
un guiño impenetrable.

XXI

Esta moral de convicciones,
de conveniencias,
¡Quítamela!,
no quiero ser tan justo.

XXII

TAN LEJOS

En qué momento te has vuelto sorpresa
y caminado tan a lado y tan lejos
tan floreciente, razonable y devota
como para ser desconocida para el mundo.

En qué momento nos damos cuenta
de cuán maravillosamente solos
vamos dando traspiés por encontrarnos
en ese tranvía que partió ha mucho
y tan lejos.

Dudo de mi, a mi, poder reconocer
cuánto más, lo que fuimos,
los que antes fuimos y marchamos al precipicio
y tan solos, y tan lejos.

¡Cuánto tiempo hecho añicos!
¡Cuántos recuerdos mal guardados!
¡Cuánta historia que no será contada!
Y ¡Cuánto amor jamás hecho!

Te dejo pues, (aquí y allá)
escribiendo nuevas historias
colectando nuevos recuerdos
y haciendo cuanto amor
te permita el tiempo.

Yo por mi parte
comenzaré a ahorrar un poco de tiempo
iré a pescar unos cuantos recuerdos
le contaré historias de amor a las estrellas
y haré el amor con cuatro o cinco soledades,
para entonces quizá
me sienta suficientemente enamorado
como para quedarme inmóvil
al borde del camino, tan lejos,
y me salve.

XXIII

LUCHA A MUERTE

1
Lucho conmigo a muerte
no quiero reducirte a sombra
lucho por no volverte prisionera
lucho por verte tal cual eres.

Quiero aceptar que no estás más conmigo
pero no sé responder a mi soledad
cuando muda hace muecas de duda
y cuando fría y solemne repite tu nombre.

2
A veces, cuando hacemos el amor
mi soledad y yo… lloramos,
amargamente lloramos
dolorosamente lloramos
sabemos en el fondo que nos odiamos
y aunque insistamos en estarnos juntos
nos odiamos.

3
Lucho a muerte con ella también
porque cuando pienso en ti, muere de celos,
y finge entonces que me ama
y se parece a mi, no sabes, tanto,
cuando muero de celos
si yo te veo con ella… llorando.

XXIV

La vida es un océano
que quiero cruzar
en una balsa.

(Tomados de la mano)

XXV

No sé por qué le temo tanto
a tu partida,
quiero entenderla, lo intento,
hago de este adiós una guarida
porque temo salir y darme cuenta
que tu estar aquí casi siempre fue mentira.

Quiero guardarte aquí conmigo
hacer de nosotros los de antes
una eterna fotografía.

Por favor abrázame
regrésame un poco del tiempo
que partió contigo
porque temo conocerlo todo
al llegar el día.

Despiértame, por favor despiértame,
que la muerte puede apiadarse de ti o de mi
en esta pesadilla.

Por favor abrázame…
mientras sea de noche
puedo imaginar que mi sombra es ancha
porque estás aquí
y puedo darte
lo que no estará al despuntar el día.

XXVI

A veces, por la noche,
cuando mi soledad se duerme,
sé que sueña contigo,
se le ve tan distinta a su vigilia
en que el orgullo y vanidad
le hacen tan fría e inmutable.

Qué distinta es entonces,
se le nota tanta tranquilidad
que diría que solo es feliz
así dormida,
a veces, esas noches,
la entiendo, sé que me quiere,
y aunque intento quererla
no deja de provocarme
un poco de ternura y otro tanto tristeza…

Pobre soledad, se siente sola,
pobre soledad… humillada,
sabe que nunca, aunque quisiera
llegará a ser lo mismo que tu
en mi vida.

XXVII

Sos un jardín, no hay duda,
floreciente, a veces,
con hojas secas, otras
con una historia que tus árboles guardan
y memorias que tus flores olvidan
cada vez que nacen.

Sos un jardín donde los niños juegan
con toda la seriedad que pueden
y donde pueden llorar tranquilamente
cuando la felicidad no se hace con ellos.

Sos un jardín, es cierto,
donde la soledad
puede pasearse de puntitas
a fin de no espantar los pájaros
y no maltratar la hierba
y donde puede quedarse unos instantes
a contemplar la vida o disfrutarla,
aunque termine huyendo
al descubrir que su naturaleza es otra.

Un jardín donde uno puede sentirse
sencillamente vivo
siempre y cuando se detenga un instante
a respirar profundo.

Sos el jardín en el que escribo ahora
porque aquí las palabras
nacen tan desesperadamente
como nacen las flores al llegar el día.

XXVIII

SORPRESA

Uno no lo sabe, tal vez lo intuye,
lo quiere, lo intenta, pero no lo sabe,
cuando comienza a caminar
imagina, a veces, el fin de la calle
lo adivina, empieza a disfrutarlo
lo va saboreando paso a paso
aunque en el fondo
sabe que no lo sabe,
aún y todo, cierra los ojos
y camina…
confía tanto en su intuición
que lleva los puños apretados
a fin de que no se le escape la certeza,
hasta que tropieza, y cae,
y en la sorpresa…
se le escapa.

XXIX

Y esperando quién sabe qué cosas,
brincando de un día a otro
se nos fue la vida,
esa, en que las cosas
no hacían verdadera falta.

XXX

Qué hermosa, vos,
y qué coraje de veras,
para arrancarle alegrías
hasta a un pobre diablo,
coraje, de veras,
para mirar de frente
cuando el soslayo
pudiese ser más poderoso,
qué hermosa sos
sin la vergüenza…
qué hermosa sinvergüenza.

XXXI

Lejano invento es tu risa,
lejano invento salvador es tu risa
la noche se entreteje durante el día
construyendo edificios indemnes con tu imagen,
esa, que vino anoche a reclamarte,
decirte junto a mi, es tan lejos,
como lejos tu risa… salvador invento.