miércoles, noviembre 24, 2004

XXV

No sé por qué le temo tanto
a tu partida,
quiero entenderla, lo intento,
hago de este adiós una guarida
porque temo salir y darme cuenta
que tu estar aquí casi siempre fue mentira.

Quiero guardarte aquí conmigo
hacer de nosotros los de antes
una eterna fotografía.

Por favor abrázame
regrésame un poco del tiempo
que partió contigo
porque temo conocerlo todo
al llegar el día.

Despiértame, por favor despiértame,
que la muerte puede apiadarse de ti o de mi
en esta pesadilla.

Por favor abrázame…
mientras sea de noche
puedo imaginar que mi sombra es ancha
porque estás aquí
y puedo darte
lo que no estará al despuntar el día.