miércoles, abril 20, 2005

V

Raíz de corazón

En la sombra, al paso
raíz echa
del respiro insufrible
que de vivo, ahoga
al incipiente grito,
en la noche nace...
es su nombre.

En eco tras eco cae
se desploma
de solo, enmudecido, abandonado
de seco, de silencio, de nunca escuchado.

De usted mi memoria
irrepetible...
incontable corazón
y voz y pecho
y vos, nosotros y futuro.

Incierto el sueño
cama de espirales
duermen demonios
duermen ángeles
nos acompañan
a este estarse muriendo
todo el tiempo
a este morir interminable...
que es amarle.

Usted
Aroón Rivera

jueves, abril 14, 2005

IV

No estaba en las tardes de coloridos ocasos
ni en los amaneceres de nubes de fuego
ni en las lloviznas tenues
que despiden olor a tierra mojada

no estaba en los sueños paridisíacos
ni en los lepidópteros de colores
ni en los rayos de sol
que se filtran por mis ventanas
ni en la constelación de orión ni en la luna

no estaba en la hojarasca de otoño
ni en el tembloroso invierno
ni en la mar ni el arena
ni en mis letras muertas

no estaba, Mariposa, en mis paredes
ni en mi cuarto en ruinas
ni en mis memorias gastadas
o en mis vuelos nocturnos... no estaba...

Mariposa, volando, a todas partes...
en ninguna estaba...
en mi piel, el viento, está
aleteando hacia sí misma...
buscando su propia piel.

Aroón Rivera

miércoles, abril 13, 2005

Del olvido...


V
Paréceme lejano,
abstruso cuervo este sueño.
Esta piel endeble es la memoria
y el amor, ese pequeño redentor del infierno.

Calla, por favor calla esta voz interna...
Llega la noche y quiero volar,
volar cada vez más alto.



VI

Cada vez más cerca
de ser sólo un recuerdo...
Solo un sueño que se esfuma
conforme avanza el día...
Una sensación de nostalgia
por algo que no existe...



VII
Usted, me ha mezclado a sus sombras,
sus fantasmas me llaman por la noche...
Me susurran cosas
referentes al olvido.




Servilletas II
Aroón Rivera

viernes, abril 08, 2005

III

Estaba buscando su reflejo, se había escapado por una ventana pensando que era un espejo. Ella buscaba bajo las cobijas, bajo la cama, buscó en el baúl de los recuerdos y de los adioses. Su reflejo había salido a respirar pero ella no sabía, ella se distrajo y siguió buscando dentro de casa. Su reflejo volaba mientras. Lejos. Más lejos. Se metió en una nube y llovió en mil fragmentos. Ella cerró sus puertas y ventanas, porque la lluvia siempre le provoca resfriado.

Distancia...

Estamos a un silencio de distancia
poca cosa
pero mi corazón, mi voz, no la alcanza...
indivisibles fuimos... un instante,
hoy solo escucho el recuerdo...


Qué miedo se he filtrado en sus sueños?