miércoles, noviembre 24, 2004

XXVI

A veces, por la noche,
cuando mi soledad se duerme,
sé que sueña contigo,
se le ve tan distinta a su vigilia
en que el orgullo y vanidad
le hacen tan fría e inmutable.

Qué distinta es entonces,
se le nota tanta tranquilidad
que diría que solo es feliz
así dormida,
a veces, esas noches,
la entiendo, sé que me quiere,
y aunque intento quererla
no deja de provocarme
un poco de ternura y otro tanto tristeza…

Pobre soledad, se siente sola,
pobre soledad… humillada,
sabe que nunca, aunque quisiera
llegará a ser lo mismo que tu
en mi vida.