miércoles, noviembre 24, 2004

XXX

Qué hermosa, vos,
y qué coraje de veras,
para arrancarle alegrías
hasta a un pobre diablo,
coraje, de veras,
para mirar de frente
cuando el soslayo
pudiese ser más poderoso,
qué hermosa sos
sin la vergüenza…
qué hermosa sinvergüenza.