miércoles, noviembre 24, 2004

XXVIII

SORPRESA

Uno no lo sabe, tal vez lo intuye,
lo quiere, lo intenta, pero no lo sabe,
cuando comienza a caminar
imagina, a veces, el fin de la calle
lo adivina, empieza a disfrutarlo
lo va saboreando paso a paso
aunque en el fondo
sabe que no lo sabe,
aún y todo, cierra los ojos
y camina…
confía tanto en su intuición
que lleva los puños apretados
a fin de que no se le escape la certeza,
hasta que tropieza, y cae,
y en la sorpresa…
se le escapa.