miércoles, noviembre 24, 2004

XXII

TAN LEJOS

En qué momento te has vuelto sorpresa
y caminado tan a lado y tan lejos
tan floreciente, razonable y devota
como para ser desconocida para el mundo.

En qué momento nos damos cuenta
de cuán maravillosamente solos
vamos dando traspiés por encontrarnos
en ese tranvía que partió ha mucho
y tan lejos.

Dudo de mi, a mi, poder reconocer
cuánto más, lo que fuimos,
los que antes fuimos y marchamos al precipicio
y tan solos, y tan lejos.

¡Cuánto tiempo hecho añicos!
¡Cuántos recuerdos mal guardados!
¡Cuánta historia que no será contada!
Y ¡Cuánto amor jamás hecho!

Te dejo pues, (aquí y allá)
escribiendo nuevas historias
colectando nuevos recuerdos
y haciendo cuanto amor
te permita el tiempo.

Yo por mi parte
comenzaré a ahorrar un poco de tiempo
iré a pescar unos cuantos recuerdos
le contaré historias de amor a las estrellas
y haré el amor con cuatro o cinco soledades,
para entonces quizá
me sienta suficientemente enamorado
como para quedarme inmóvil
al borde del camino, tan lejos,
y me salve.