jueves, abril 14, 2005

IV

No estaba en las tardes de coloridos ocasos
ni en los amaneceres de nubes de fuego
ni en las lloviznas tenues
que despiden olor a tierra mojada

no estaba en los sueños paridisíacos
ni en los lepidópteros de colores
ni en los rayos de sol
que se filtran por mis ventanas
ni en la constelación de orión ni en la luna

no estaba en la hojarasca de otoño
ni en el tembloroso invierno
ni en la mar ni el arena
ni en mis letras muertas

no estaba, Mariposa, en mis paredes
ni en mi cuarto en ruinas
ni en mis memorias gastadas
o en mis vuelos nocturnos... no estaba...

Mariposa, volando, a todas partes...
en ninguna estaba...
en mi piel, el viento, está
aleteando hacia sí misma...
buscando su propia piel.

Aroón Rivera