miércoles, noviembre 24, 2004

III

Irremediablemente,
nos asomamos al día, lo vislumbramos,
nos dejamos sorprender un poco,
decidimos levantarnos en breve
y emprender, comenzar de nuevo.

Sabemos a veces,
lo omitimos, queremos ignorarlo,
nos dejamos llevar con esperanza
hacia el sin fin del día
queremos creer y aún sin hacerlo
dejamos que nuestros pies nos lleven.

Hoy ha de ser, bueno, tal vez,
nos repetimos una y otra vez
así incansablemente... casi,
casi incansablemente.

Lo sabemos a veces,
casi siempre
y lo omitimos, queremos ignorarlo,
pero en el fondo
sabemos también
que irremediablemente
anochece.