miércoles, noviembre 24, 2004

XXXIII

Si usted no viniese tanto de mí,
si sus alas y voz y sueños
no contaran mi historia
podría simplemente dar la vuelta
volar en círculo sobre el campo minado
que es mi vida,
pero usted abre sus alas, las despliega
y su historia y la mía
reabren sus páginas
para ser escritas nuevamente como una sola.
La historia que nace aquí…
donde su corazón late, dentro del mío…
y llega hasta sus manos
donde se resguardan mis pasos…
ahora lo sé… mi vida es suya.